19 de noviembre de 2018

Llevame contigo









Caminando bajo la lluvia con la música sonando solo en mis oídos sólo escuchaba, pensaba y sentía una única cosa: "llevame contigo".
Llevame contigo a un mundo de tranquilidad, a un mundo de paz. A un mundo donde el dolor no exista, donde pueda ser la niña pequeña que era antes. Un mundo donde tus manos sanen mis heridas, donde tus dedos sequen mis lágrimas, donde lo malo queda en otro mundo. Un mundo del que yo ya no perteneceré, porque en tus brazos segura quiero estar.


Quiero quedarme en tu mundo contigo, donde no existe el dolor, donde no existen las imperfecciones, donde pueda ser libre, donde no exista el miedo...


Pídemelo. Pídeme que me quede contigo.
Y cerrando mis ojos te prometeré que de tú lado nunca me iré.
Que te volveré a susurrar una y otra vez "estoy contigo".



by Kinki Pulguita

8 de septiembre de 2018

Bandera blanca







El cansancio llega a ti cuando día tras día durante un largo tiempo te dicen "tú puedes hacerlo". Y cuando tú también lo crees y crees que todo va a cambiar, que lo malo se esfumará, que el dolor desaparecerá es cuando poco a poco sin saber cómo, cuándo ni porqué, te das cuenta que nada va bien. Que el dolor perdura y te acompaña día tras día, que lo malo sigue ahí. Dentro de ti.

Las lágrimas que cayeron en su día desaparecieron. Mientras que las lágrimas que permanecen encerradas dentro de ti, no saben cómo ni por dónde salir...

Y por muchos "todo irá bien" "tú puedes hacerlo", lo malo te recuerda día tras día "aún sigo aquí".
Y justo en ese instante solo quieres cerrar los ojos, alzar las manos y soltar la bandera blanca.




by Kinki Pulguita

22 de agosto de 2018

Orgullo

ORGULLO:

1 .Exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás.

2. Sentimiento de satisfacción hacia algo propio o cercano a uno que se considera meritorio.

Es curioso como a la mente le da por jugar contigo en el momento que le apetece.
Da igual el día, la hora, el momento que sea...
Cualquier momento es bueno para la mente para hacer de las suyas y hacerte dar vueltas a la cabeza como una noria.

No dejo de pensar en esta simple palabra: orgullo.

Es curioso como una simple palabra depende del contexto que la utilices puede significar una cosa u otra...

Mi mente ha decidido darle vueltas a esta palabra en concreto.

Leo y releo la primera definición y es una palabra que se me queda grande.
Creo y siento de verdad que no puedo sentir nada de orgullo hacia mí o hacia mis logros si es que en algún orgullo hacia mí o hacia mis logros si es que en algún
momento los he conseguido.

Sinceramente echo la vista atrás y no creo que me deba sentir orgullosa de mi misma cuando siento que toda mi vida es un error. Un fracaso detrás de otro.
No debo sentirme orgullosa, no. No de mis errores, de mis fracasos, de mis enormes caídas...

Y mucho menos me siento más o mejor que otras personas.

Después pienso y me acuerdo cuando de la boca de ciertas personas que a ti te importan salen palabras de orgullo hacia otras personas. Y entonces es cuando sientes cierta envidia de que nadie se pueda sentir orgulloso de ti.
Que en 30 años de mi vida nadie se ha podido sentir orgulloso de qué soy o quién soy, qué hago o qué he hecho o simplemente de cómo soy...

Y cuando escuchas de una persona o de otra como se le llena la boca de elogios, como se expresa con esa enorme satisfacción de una persona, no puedo evitar sentirme más pequeñita aun de lo que me siento. Y justo en ese momento pienso ojalá algún día...


by Kinki Pulguita

20 de agosto de 2018

Voló, como los pájaros enjaulados




El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos.

(Marco Valerio Marcial)



Cuando aproximadamente han pasado 380.332.800 segundos, 6.338.880 minutos, 105.648 horas, 4.402 días, 628.86 semanas, 144.62 meses o lo que es lo mismo…12.05 años…

De dolor, de un dolor que te invade el cuerpo entero. De pies a cabeza, con todos sus órganos vitales, los no vitales, con todos sus músculos, articulaciones, arterias, venas, huesos… cada parte de tu ser.
Cuando el dolor del cuerpo y el alma se unen y un día todo ese dolor tan inmenso deja de doler, dejas de sentirlo, porque ya no queda nada por sentir.
Cuando el dolor de todas esas horas acaba siendo tu mundo entero y ya te rebosa por todos lados… y cada vez sientes más de cerca que todo se acabó.

Que tal vez la resignación tiene que llegar hasta el fin de mis días.

Y es que ha llegado un momento en que siento que hace mucho tiempo dejé de ser una persona, para convertirme en un problema.
En un problema que ya nada le consuela. Ya no le consuela escribir, ni enfadarse, ni hacer tantos largos a una piscina hasta quedarse sin aliento. Ya no le consuela ni el llorar, gritar o simplemente perderse por el monte. Ni tan solo pasear bajo la inmensa oscuridad de la noche…

Ya nada consuela.

Quieres encontrar algo con lo que consolarte, con lo que volver a sentir, con lo que volver a sentirte una persona y no una absurda nada.

Un cuerpo vacío.

Siento que en algún momento alguien abrió una pequeña puertecita como en las jaulas en las que encierran a los pájaros, y todos esos pájaros han encontrado una salida para huir.
Sí, alguien o algo abrió mi pequeña puerta de mi ser y todo lo que se encontraba dentro de mi voló, huyó como los pájaros enjaulados.
Y ahora, en mi jaula ya no hay nada. No queda nada.

Vacío, simplemente vacío…y nada más.



by Kinki Pulguita
 

19 de agosto de 2018

3 meses sin ti









7.948.800 segundos, 132.480 minutos, 2.208 horas, 92 días, 13 semanas, 1 día... o lo que es lo mismo, 3 meses.

Y por mucho que pasen los días, semanas e incluso meses... no me acostumbro a estar sin ti.

Llorar no me sirve de nada, porque no vas a volver...
Hablar no me sirve de nada, porque seguirás sin volver...
Nada me sirve de nada, porque ya no volverás.

No puedo evitar borrar ese pensamiento infantil. Te quiero aquí, conmigo. Y no quiero que te vayas nunca.

Necesito cogerte de la mano, despertarte acariciando tu mejilla, volver a ver tu sonrisa, volver a ver el brillo en tus ojos al ver al pequeño trio calavera jugando y creciendo... Me cuesta tanto estar en tu casa, donde he pasado veranos, fines de semana, largas comidas y cenas familiares. Donde hemos tenido nuestras diferencias, donde me has enseñado cosas, explicado historias de tu juventud... Necesito tanto oír tu voz cada vez que llego de Valencia y de tus labios salia una enorme sonrisa y decías "¿qué haces aquí?" "¿cuándo has venido? "¿con quién has venido?" Y ese instante en el que preguntabas "¿cuándo te vas?" Y yo siempre respondía ¿qué no me quieres aquí? Aun no he llegado y ¿ya quieres que me vaya?.
Y te reías y sonreías y me respondías" no cariño, puedes venir y quedarte lo que tú quieras"
Es tan duro estar sin ti.

Te echo mucho de menos yayo. Tanto que duele el corazón.



by Kinki Pulguita

23 de mayo de 2018

Vuelve conmigo...





Apenas han pasado cuatro días y sigo sin creer que te has ido de nuestras vidas.


Entro en tú casa esperando verte sentado en tu sillón.


Cuando entro y no te veo mi mente me dice "está en el campo. Trabajando como siempre". Y entonces es cuando espero que se acerque la hora de comer, porque sé que es cuando tu llegarás a casa.


Y cuando se pasa un poco de la hora de comer, espero escuchar tu voz diciendo "¡y en esta casa no se come!"


La hora de comer es la hora de comer. Y ahí es cuando todos nos juntamos alrededor de la mesa.


Tiempo compartido en familia, tiempo compartido contigo. Porque después toca volver a salir a trabajar.


 


Gran hombre, trabajador como el que más...


 


Y entonces es cuando la cruda y real realidad vuelve a ti, y recuerda una vez más que ya no estás. Que te has ido; y ya no volverás.


 


Y en ese mismo instante, es cuando me vuelvo a enfadar con la vida. Me vuelvo a enfadar por las decisiones erróneas (o no, quién sabe) que un día tomaron en su momento, me vuelvo a enfadar por haber sido como era, por no ser la nieta perfecta, por no tener la misma ambición por la vida de campo como ella para pasar más tiempo a tu lado y aprender más de ti...


Y una vez más me vuelvo a enfadar por no haberte dicho nunca un no te vayas nunca, un te adoro, un te quiero... Por no haberte estrechado entre mis brazos y abrazarte una y mil veces más...


Te has ido sin saber si yo te quería...


No puedo evitar pensar que te has ido sin sentirte orgulloso de mi. De la clase de persona que era, o que soy, no lo sé...


Hay quien pensará "ya eres mayorcita. Pero yo digo lo mismo que dice el tete Yeray. No quiero que estés en la estrella, quiero que estés aquí conmigo..."


 


Si es que dentro de mi sigue estando mi vocecita con 6 años. Ese recuerdo que un día le dije a mí iaia:


"Iaia: ¿Tú sabes que algún día los iaia se morirá?


Yo: No, no puedes morirte porque yo no quiero. No te dejo morirte, no te doy permiso..."


Te lo dije un día hace unos años, y me enfadé contigo por decir que algún día te ibas a morir...


"¡Aquí no se muere nadie porque yo no quiero!"


No quería... y sigo sin querer...


Y mi mente y corazón siguen repitiendo una y otra vez: "vuelve conmigo".

 


by Kinki Pulguita.

 

20 de mayo de 2018

Nunca me olvidaré de ti




"El sol se llama Lorenzo, y la luna Catalina. Cuando Lorenzo se esconde, sale Catalina"


Grandes recuerdos que tengo contigo... 


Hoy el día ha sido totalmente gris a pesar del sol que ha salido.
 Gracias yayo por ponerle un poquito de color en tu despedida. Te has despedido con un hermoso arcoiris.

Te quiero yayo, te quiero mucho. Nunca me olvidaré de ti.




by Kinki Pulguita

19 de mayo de 2018

Te has marchado...








Siempre dicen que soy de palabra fácil.
Pero hoy, hoy las palabras no son capaces de salir de
dentro de mi.
Hoy solo quiero sentir tu mano junta a la mía, sentir tu
mirada en mi.
Dos días faltaban para ir a cogerte de la mano, a darte
un poco de mi amor y cariño, a decirte una vez más:
estoy contigo.
Pero hoy te has tenido que marchar...
Ahora mismo solo deseo dos cosas:
Una que ojalá sepas lo mucho que te quería y dos,
espero que nos volvamos a coger de la mano algún
día.

Te quiero yayo.

Te quise ayer, te quiero hoy y te querré siempre...




by Kinki Pulguita

12 de mayo de 2018

Tengo miedo...




"De lo que tengo miedo es de tu miedo."



Tiempo queriendo escribir y no sabia muy bien cómo vomitar todo lo que se me pasa por la cabeza. O tal vez vomitar todo lo que estoy sintiendo en tan poco tiempo.

Ahora mismo solo sé una cosa; y esa cosa es uno de mis mayores miedos.

Tengo miedo a empezar un nuevo día y encontrarme con lo que no quiero encontrarme.
Tengo miedo a que la oscuridad llegue a ti y no esté a tu lado.
Tengo miedo a cerrar los ojos en las noches por si será el último día que te vea.
Tengo miedo al sonido de las llamadas de mi móvil, al sonido de los WhatsApp...
Tengo miedo de olvidar tu voz, tu sonrisa...
Tengo miedo ha olvidar los buenos momentos compartidos.
Tengo miedo ha vivir una vida sin ti.
Tengo miedo de verte marchar.
Tengo miedo de que te marches sin saber lo que siento por ti.
Tengo miedo por ti, porque sé que no te quieres ir.
Tengo miedo... 



by Kinki Pulguita

20 de marzo de 2018

La vida es como una cámara






(Daireth Winehouse)


Tiempo sin escribir, o más bien sin publicar.
Muchas veces me pregunto ¿para qué escribir si nadie comenta nada? ¿Cómo saber si lo que escribo le llega a alguien o le importa a alguien?
Pero a veces, luego pienso, ¿qué más da que comenten? ¿Qué más da saber si lo que escribe lo llega a leer alguien? ¿Qué más da…?

¿Te sirve a ti lo que escribes? ¿Te sientes bien?
Pues entonces está bien hecho.

Hoy voy a escribir sobre alguien que sé que sí me lee.

Sí, sobre ti.

Hace dos días retomé el contacto con alguien que en su día fue importante para mí, o más bien yo para él.
Han pasado 5 años y me sigo acordando de ti, aunque no de la forma que a lo mejor él quisiera o quiso en su momento.

A pesar del tiempo pasado, la palabra GRACIAS se me queda corta para agradecerte todos esos buenos momentos que me hiciste pasar. Aunque sé que te hice daño. Y lo lamento.

Eres una bellísima persona y no te merecías ni te mereces que te hagan daño. Existe poca gente como tú en el mundo.

Como bien dice la imagen de hoy:

“La vida es como una cámara: sólo enfócate en lo que es importante, captura los buenos instantes, saca de lo negativo un aprendizaje revelado y si las cosas no salen como deseabas... intenta una nueva toma”

A pesar de lo mal que terminó la relación, del daño que nos hicimos inconscientemente, sólo enfoco en los buenos instantes que compartimos, y he revelado lo bueno del momento. Las sonrisas, las risas, las excursiones, los buenos piques…

Sé que soy una mala droga, pero ojalá no lo fuese, porque tener en la vida un amigo como tú es tener un tesoro.

Sólo te digo una cosa: no cambies nunca. Y si lo haces, que sea para ser mejor persona de lo que ya eres.

Una vez más, GRACIAS por hacer que en ese momento de sufrimiento existieran buenos momentos. Gracias por ver en mí una persona y no una loca enferma y sorda…



by Kinki Pulguita

Seguidores