18 de marzo de 2019

Mi reflejo





Me miro. Observo de arriba a bajo la imagen que me devuelve el espejo.
No, no me gusta.
Intento decirme una y otra vez que la imagen no es real, que mi mente quiere jugar conmigo y mostrarme solo las imperfecciones de mi cuerpo. Imperfecciones que la gente dice que no son reales.

Mi mente quiere jugar conmigo una vez más. 
Sigo mirando el cuerpo semi desnudo que me muestra el espejo y me pregunto ¿qué es real?
¿Habrá algo de lo que veo que sea real? o quizás todo lo que diviso es una farsa de mentiras que mi cabeza quiere que vea.

Si mis ojos no son capaces de ver la realidad, mis manos quizás sí son capaces de mostrármelo.
Pero aun tocando mi cuerpo sigue sin gustarme lo que toco.

Me digo una y otra vez que mis ojos y mi cerebro no están conectados. O quizás sí, pero los cables que unen mis ojos con mi cerebro no están conectados correctamente.
Parece que no, pero el cuerpo humano se asemeja mucho a los aparatos electrónicos.
El cable verde con el verde, el rojo con el rojo...No intentes mezclarnos ni unirlos. O quizás te ocurrirá como en los antiguos ordenadores. Podrás obtener una imagen pero no un sonido, o un sonido pero no imagen...

Necesito pensar que durante todo este tiempo que me ha acompañado esta enfermedad los circuitos de mi cuerpo están enredados y mal conectados.
Que la imagen que llega a mi cerebro no es la correcta.
Y aunque me cuesta creermelo, necesito pensar que es así. 


by Kinki Pulguita

No hay comentarios:

Seguidores