18 de abril de 2019

Saliendo a la libertad





Hoy sin esperarlo un comentario que me dejó hace 9 años una compañera me ha hecho recordar que tal fecha como hoy hace 9 años me dieron el alta de mi primer ingreso.

Ganas de llorar, sentimientos de rabia, dolor, odio, ira, vergüenza, lastima...

Ingresar fue sin duda la peor experiencia de toda mi vida. La primera vez y no la última.

"Te ayudaran a cuidarte" decían, "aquí estás a salvo", "es por tu bien" "saldrás de aquí curada"...

De repente me vienen a la mente todas aquellas cosas que se supone que me decía la gente antes de ingresar. Y entonces es cuando más rabia siento...

Supongo que de todas las frases que me vienen a la mente la que sin duda me da más rabia es "saldrás de aquí curada"...

Para empezar puedo decir que no, no me ayudaron a cuidarme. Simplemente me embutieron de comida para subir de peso y no morirme. Al menos no morir a corto plazo. O eso se supone...
Quizás no morí, porque si fuese así sin duda hoy no estaría aquí escribiendo. 
Pero como explicar que sí morí por dentro.Que estar aislada entre cuatro paredes con 9 chicas más enfermas sólo consiguieron que muriera por dentro cada día un poco más.
Sin saber cómo, dejé de sentir, dejé de hablar, dejé de sonreír... 

Somos cuerpo y alma. y sin saber cómo ni en qué momento, dejé de ser alma, para convertirme simplemente en un cuerpo.

3 meses y medio que "por mi bien" me encerraron cual criminal en una cárcel. 
3 meses y medio donde "te ayudarán a cuidarte" se convirtió en aprender a sobrevivir, aprender cosas que nunca debí aprender. Aprendí cosas negativas para mí. 
Aprendí a vomitar sin que el personal sanitario se enterase y si se enteraban, no pasaba nada. Una regañina, bajar la cabeza, un lo siento, no lo volveré hacer y aquí no ha pasado nada.
Aprendí hacer ejercicio entre 4 paredes sin que me viesen. Y si me pillaban, no pasa nada. Una regañina, bajar la cabeza, un lo siento, no lo volveré hacer y aquí no ha pasado nada. O quizás la verdad, estoy nerviosa y me subo por las paredes...
Aprendí que en las salidas por el recinto podía correr y nadie se enteraba, podía encerrarme en un baño y nadie se enteraba... fuese lo que fuese lo que hiciese...nadie se enteraba.
Aprendí que si me comía la mitad de un plato podía pasar al segundo sin acabarlo, podía comerme un tercio del segundo para dejármelo y comerme una mini ensalada sin aliñar y que el pan, si querías no te lo comías....

Aprendí lo que no debí aprender...
¿Y lo curioso? No me enseñaron a cuidarme como decían...
Sólo tienes que comer. Esa era la respuesta.

Y cuando por fin llegó el alta de esa cárcel pensé y me creí que estaba curada. Porque eso es lo que me dijeron.

"Saldrás de aquí curada"...

Y pasan los días, semanas, meses... y te convences que tú estás curada. Pero no te das cuenta que sigues igual o más enferma de lo que estabas.
No te das cuenta que olvidaste sentir, no te das cuenta que ya no se escucha tu voz, tu risa, no te das cuenta que ya no lloras...

Pero yo estoy curada. He salido curada... 

Acabas creyéndote la gran mentira que quieres que se crean los demás. 
Estoy bien. 

Sin embargo no te das cuenta que los vómitos siguen estando ahí, que existen más alimentos prohibidos que antes, que tal es el miedo a comer que no quieres masticar y toda la comida que comes tiene que ser triturada con el objetivo de poder vomitar con más facilidad...

En ese momento tu única vida es dormir. Los "médicos" solo quieren que no te muevas y te meten un coctel de pastillas que eres incapaz de permanecer despierta...

Pasan los meses y acabas volviendo a ingresar. Y te enfadas.
¿Porqué tengo que volver a esa cárcel? ¡Si yo estoy curada! ¡Ya salí de allí curada!

Que gran mentira...

9 años...
9 años desde que supone que salí liberada y curada...

Y lo que más rabia me da, es que han pasado 9 años y sigo estando igual de enferma.
Queriendo luchar y luchando por conseguir estar de verdad estar curada.
Porque son 9 años los que han pasado desde que salí de aquel infierno, pero detrás aún hay más años de enfermedad...

Y es que ahora mismo no sé muy bien que sentir, pero sí sé una cosa; y es que todo lo que siento dentro de mi, no siento nada bueno...

by Kinki Pulguita

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