¿Qué haces cuándo necesitas hablar y no tienes con quien?
Poner la mano en la boca, y callar...
Tragar todo lo que sientes...
Todo lo que tienes que decir...
Esas palabras que resuenan en tu cabeza, y deseas soltarlas para ser un poco más libre se quedan dentro de ti.
Esas lágrimas que te hacen daño, se quedan dentro de ti.
¿Qué haces cuándo necesitas hablar, llorar y sobre todo necesitas uno de esos abrazos que te dicen "estoy aquí"?
Nada...
Miras a todas aquellas personas que tienen a quien aferrarse...
miras aquellas personas que te gustaría aferrarte a ellas...
miras todo y a todos...
Al final te das cuenta quien está en los malos momentos y en los buenos...
En los buenos están todos, en los malos huyen todo como si tubieras enfermo y fueras contagioso...
Te quedas en tu cuarto a oscuras, sin nadie que te apoye...
Llorando o al menos intentándolo...
Pero nada, solo caen cuatro lágrimas...
Nunca empiezas a desahogarte, y por supuesto, nunca terminas...
Cúmulo de sentimientos se quedan dentro de tí, haciéndose una gran pelota...
Lo que empezó siendo una pequeña pelota fue rodando y rodando y rodando, hasta combertirse en una gran pelota...
by Kinki Pulguita
15 de octubre de 2009
Callar...
Publicado por Pulguita en 1:36 p. m.
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