27 de julio de 2012

Llorar bajo la lluvia










"Reíd, y el mundo reirá con vosotros; llorar y lloraréis solos"


(Elle Wheeler Wilcox)




Todo un día de lágrimas y lloros...

Lo que ha sido una mañana con muchos nervios ha terminado con una sensación amarga, muy amarga.

Nada es como yo quería que fuera, siento que todo va cuesta abajo.

Desde el momento que salgo de consulta ausente totalmente, no soy persona.
Oigo a mi madre hablar, pero realmente, no escucho, estás totalmente aislada de todo lo que te rodea.

Llega la hora de la comida, igual, yo con mi música, ella habla y habla y nada, solo aspiro a mover la cabeza y si sale de mi alguna respuesta, son monosílabos.

Desde que he salido no he dejado de repetirme una y otra vez "no llores, no llores, no llores..."
Sólo ha sonado eso en mi cabeza como un disco rayado, aparte de las sensaciones de que todo se te escapa de las manos por mucho que pongas de tu parte.
Que es mucho más complicado de lo que te esperabas.

Después de comer igual, con la música, totalmente aislada de todo, a la espera de que venga mi padre para que hablen sobre el Hospital de día.

Soy realista, es mucho dinero, un dinero que dudo y sé con certeza que no se pueden permitir, ni por mucha recolecta que hagan los de la familia.

Suena el timbre y nuevamente tienes el estomago en un puño, con muchos nervios, pero siempre repitiéndote "no llores, no llores, no llores..."

Mis padres conversan y por supuesto, sabía lo que iban a decir, sobre todo mi padre...

No puedo más, y empiezan a salir las primeras lágrima sin decir nada.
Sólo miras la TV por no pensar en otra cosa, con la música puesta.
Ellos siguen hablando, y yo sigo llorando sin decir ni una palabra...

Finalmente no sé a que conclusión han llegado, aparte de que es un dineral y no será posible, pero sé que después de eso han empezado a discutir y yo ya no estaba ni al tanto de la conversación.

Tu hora de reposo ya ha pasado, te levantas y te encierras en tu cuarto a llorar y llorar.
Encerrada en tu cuarto, con las cortinas echadas, quiero lo más mínimo de luz, tumbada en la cama, agarrada a tu almoadon llorando y llorando sin parar, hasta que te das cuenta que la cosa empieza a descontrolar y notas taquicardias, hormiguero en un brazo y mano, y cuando te quieres levantar, ves que tu mano empieza a tensarse totalmente.
Crisis de ansiedad, lo que faltaba.

Te levantas, intentando mover poco a poco la mano que ya está tensa, y por mucho que no quieras, echas mano del diazepan.
Te vuelves a tumbar, pero esta vez te aferras al osito de peluche de cuando eras pequeña, y sigues llorando y llorando, hasta que cuando te quieres dar cuenta te has quedado completamente dormida abrazada al osito y al almoadon.

Te despiertas con un sabor amargo de la pastilla, pero mucho más relajada.
Sin ganas de nada, te quedas tumbada en la cama y te das cuenta que tienes a Nano a tu lado totalmente pegado a ti.

Llega tu madre y te dice "tranquila, no te deprimas por esto"

Y lo único que se te ocurre responder por lo bajo "qué fácil, como tu no te vas a tirar toda tu vida enferma..."

Y de nuevo empiezan los lloros.

Mandarle un e-mail a tu amiga que tienes fuera de España, con unos lloros de nuevo.
No esperas que te responda sinceramente, y cuando te das cuenta, tienes un mensaje en el Whatssap diciéndote que te ha respondido.

Había empezado a calmarme un poco, es empezar a leer, y lágrimas de nuevo...

Ya sé que no estoy sola, pero ahora mismo es así como me veo, y como me siento...

Está totalmente nublado, y solo tienes ganas de que se ponga a llover a cantaros y bajarte algún sitio perdido y quedarte bajo la lluvia llorando, como cuando hacía antes.

Los días que más llovía y había tormenta, me daba igual las consecuencias de luego, cogías la música y te ibas a dar una pequeña vuelta, y terminabas sentada en los columpios de algún parque mojándote de arriba a bajo...

Creo que en un día como hoy, si habría ido a algunas de mis tías para que me dieran un simple abrazo y me dejasen llorar...

 

by Kinki Pulguita

No hay comentarios:

Seguidores